Viajando con niños. Cómo sobrevivir un viaje transatlántico de más de 12 horas.
Tener hijos no tiene que ser sinónimo de frenar los viajes, si es algo que tú y tu pareja disfrutan. Para mí y mi esposo Zsolt (cariñosamente conocido como Gal), viajar siempre ha estado en nuestro bucketlist, y ahora postpandemia venimos con todas las ganas de realizar muchos viajes junto a nuestros peques, Dante y Nícolas, que al momento de este escrito tienen 3 años y 10 meses, respectivamente.
No digo que no sea un reto, pero no es nada que un buen plan y unos cuantos tips puedan resolver.
Aquí va los que nos ha funcionado, entendiendo que viajamos con Dante a Europa cuando tenía 10 meses (avión, carretera y crucero) en la ruta Santo Domingo-Alemania-Bucarest-Harghita-Bucarest-Venecia, y luego crucero por el mediterráneo. Y este año con él y su hermanito por avión y carretera (auto y autobús) en una ruta Santo Domingo-Madrid-Rumania (varias ciudades)-Budapest-Kaumberg-Viena-Madrid.
1. Fluir. Quizá en la mayoría de los listados encuentren como primer gran paso planificar, para mí es definitivamente fluir como plan A y el plan B es tener un plan. La única manera de garantizar tu paz mental y el pleno disfrute de las vacaciones para todos, es que estés dispuesta o dispuesto a fluir y romper cualquier esquema preestablecido.
2. Arma la maleta con tiempo y lleva pocas cosas. En este último viaje llegamos a dos tipos de clima: uno muy frío y otro calor extremo. La verdad nos preparamos más para el segundo, por lo que terminamos usando las mismas piezas los primeros 10 días. Entonces entendí que no es necesario empacar tantas ropas si al llegar a tu destino podrás lavar las piezas y reusarlas. El 40% de la ropa que llevé para mí y los chiquis no las usamos. Viajar ligero cuando te toca hacer varias ciudades es clave también para que puedas descansar (recoger menos es igual dormir más, jajajajaja). Aquí algunos de los bolsillos y organizadores que han hecho nuestros viajes más fáciles, sobre todo a la hora de empacar.
3. Viaja en red eye. Red eye se le dice al último vuelo del día. Y la verdad es notamos la diferencia de hacer esto a un vuelo más temprano, pues ahora tuvimos la oportunidad de hacer las dos propuestas. Para empezar nuestro viaje viajamos red eye y para volver salimos iniciamos en un vuelo a las 7 am. Definitivamente el mejor fue el primero. Los niños descansaron y nosotros también.
4. Si viajas con un bebé de menos un año, solicita los asientos en donde te pueden poner una cunita. Nico no quiso dormir en ella, pero en esa fila teníamos muchísimo más espacio, lo que se tradujo en comodidad.
5. No abordes primero si vas con toddlers. Las personas que viajan con niños tienen prioridad para abordar, sin embargo, nos funcionó ser de los últimos en abordar pues pasamos menos tiempo dentro del avión con un niño en edad hiperactiva. Yo solamente recuerdo un vuelo que hice con Dante sola y embarazada. El vuelo se retrasó, nos dejaron varias horas sentados y el niño estaba tan cansado que no quería dormir. Fue una locura. Si te preocupa que luego no tengas espacio para las maletas de mano, puedes cuadrar con tu pareja que uno de los dos entre primero para guardarlas.
6. Lleva tu coche y déjalo en la puerta del avión, en caso de que no sea de los que se permiten guardar en los compartimentos. Nosotros tenemos el GB Pockit All City que no me cansaré de decir es la mejor inversión de bebé que hemos hecho. Es compacto así que puedes guardarlo en el compartimento del avión. Solo en un vuelo que hicimos con RyanAir debimos dejarlo antes de entrar al avión. Por cierto, solo viajamos con un coche y nos llevamos el carrier de Sakura Bloom, que hasta Dante usó. Recuerda lo que comenté en el punto 2, en viajes largos mientras menos lleves, mejor.
7. Incluye dos cambios en la maleta de mano para todos los miembros de la familia que viajen. Los accidentes pasan, desde una explosión en el pañal hasta que un niño –o adulto, jajaja– inquieto derrame café o algún líquido que manche sobre su ropa. Estar frescos y limpios es parte de una buena experiencia de viaje.
8. Lleva juegos. Nuestra salvación en vuelos largos fueron los juegos para Dante, tanto digitales como físicos. Aquí encontrarás una selección con sus preferidos.
9. También snacks. Para los vuelos preparmos una bento box con varios de los preferidos de Dante.
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10. Agenda tiempo para el descanso. Lo hicimos dos de los días de nuestro viaje que fue de 20 días contando las más de 12 horas de ida y vuelta. El primer día de descanso fue forzado pues Nico estuvo enfermo en la primera etapa del viaje. Y el segundo fue planificado, al día siguiente de una boda. Nos quedamos una tarde-noche en nuestro AirBNB en Viena y fue la mejor idea para recargar energías en un viaje que estaba casi llegando a su fin.
11. Viaja por carretera; tiene sus ventajas. Las esperas en los aeropuertos suelen ser tediosas para los niños pequeños y sus padres, siempre que puedas prefiere viajar por carretera, pues los niños generalmente duermen todo el trayecto y la espera suele ser mínima (en caso de que viajes por tren o autobús).
12. Dale responsabilidades a tu toddler. Para este viaje le compramos una maletita a Dante y la amó tanto que siempre se ocupaba de ella. Además de ser una forma agradarlo, sintió que estaba ayudando a mamá y papá.
13. Averigua si en los aeropuertos que harás aduana, tienes prioridad al viajar con niños. Nos evitamos una fila grandísima en Madrid, diría que nos ahorramos unos 40 minutos. El área de aduanas de quienes viajan con niños está muy bien identificada y habilitada para hacer el proceso más divertido para los peques. ¡Me sorprendió! En Viena, aunque no se tenían un área de viajeros con niños perse, también tuvimos prioridad en aduanas.