¿Viajas con bebés? Esto es lo que me funcionó

La pregunta que más me hacían posterior a nuestro largo viaje boda-post boda: ¿Cómo te hiciste con el bebé? Se trató de un viaje de más de 24 horas, dos aviones, tres aeropuertos y un traslado por carretera de unas 6 horas.

La verdad es que creo que los comentarios previos me prepararon para el viaje: ¡Wao!, un viaje tan largo con un bebé!, piénsalo bien. No había nada que pensar, porque obvio Dante iría a la boda de sus padres. Y así, sin “darle mucha mente”, “dos locos”, como nos llamaron unos cuantos, se embarcaron con su bébé –y un poco de miedo– al viaje de sus vidas. ¿Cómo logramos que fuera memorable más allá del evento? Esto fue lo que hicimos.

20190912_135821.jpg

1.   Prepararse

Bueno, tampoco fue que nos preparamos tantísimo. Algo que deben saber, es que Gal y yo somos medio hippies, y eso nos ha permitido relajarnos con la crianza de Dante, y a lo que me refiero es a no dejar que el miedo, la presión o las cualidades negativas de la maternidad / paternidad nos dominen, porque obvio sí nos tocan.

Siguiendo con lo de la preparación, no soy de las que hace una lista con las cosas para llevar, pero en el caso de Dante, sí empecé a organizar todo con tiempo. Investigando en blogs y videos de Youtube tuve una idea más exacta de lo que necesitaría para el viaje de más de 24 horas. En la maleta de mano nos llevamos tres cambios para el bebé (¡los usamos todos!), básicamente pijamas. Un gorrito y todos sus goodies y medicinas, just in case. Obvio nos llevamos su leche (ya no estoy lactando), sus galletitas predilectas y compotas. También siete Pampers, un juguete nuevo y uno que le recordara a casa. En cuanto a los pañales, en la maleta grande incluimos la cantidad necesaria para tres días, y el resto lo compramos en Rumania. Lo mismo con la leche. De hecho, compramos leche en Rumania y luego en Venecia, pues en un momento del viaje era lo único que quería para comer, ya más adelante les cuento. Se tomó sus tres leches distintas sin ningún problema.

20190912_154538.jpg

2.   También prepararse mentalmente / Fluir

Como les dije al comienzo, recibí toda clase de comentarios cuando decidí viajar con Dante al otro lado del mundo. Me dije, ¿pero por qué debía ser tan difícil si personas en otras partes del mundo viajan con sus hijos y tienen buenas experiencias? Tengo una conocida en NY que tiene una agencia de talentos y su esposo es un directivo en una línea aérea. Traducción: viajan al menos dos veces al mes. Como el trabajo de ella le da libertad de tiempo, pues viaja por el mundo, en familia. Lo hizo desde que su bebé tenía 20 días de nacida (en mi caso, el primer vuelo que tomé con Dante fue a los 18 días (hable con su médico antes de). En fin, yo sólo pensaba en que como mi amiga, quería conocer el mundo con mi familia. Me hacía mucha ilusión viajar con Dante. Por eso les digo, además de preparar la maleta, también hay que prepararse mentalmente y asumir que se estará viajando con un bebé que depende totalmente de ti.

20190925_134330.jpg

3.   Tener ayuda

Nosotros íbamos de robo, como decimos en RD,  porque Gal es un súper papá y le gusta involucrarse. Sólo le cambié el pañal a Dante dos veces en el viaje, pues entre su abuela, su papá y su madrina, no me dejaban. Y bueno, ya con el yeso me era imposible. Mi recomendación es que si debes tomar un vuelo, no lo hagas sola. En caso de que tengas que hacerlo, entonces te toma nota de los goodies necesarios para que tu viaje sea más placentero (los menciono en el punto seis).

Anyways, siguiendo con este punto, en el crucero, como salíamos de Rumanía hacia Venecia de madrugada, y luego esperar para entrar al crucero, Gal y yo teníamos unas 20 horas sin dormir. ¡Ya se podrán imaginar! Vimos la gloria cuando los tíos Glen y Joselito se ofrecieron para cuidar de Dante por unas horas en lo que descansábamos. ¡Dormimos unas cuatro horas y fuimos muy felices! Creo que esas horas hicieron la diferencia de nuestro primer día a bordo. ¿Qué hubiera pasado si no los hubiésemos tenido a ellos? Pues probablemente nos dormíamos a la misma hora del bebé para poder compensar, que dicho sea de paso, se transformó totalmente a nuestro favor por el cambio de hora. Se acostaba y se despertaba más tarde, y dormía más.

4.   Vas a su ritmo

¿Recuerdas que dije que el bebé dependerá completamente de ti? Seguro me dirás, pero eso ya lo sé Airam. Pues te cuento que quizá no lo sabrás hasta que viajes. Si él está incómodo, entonces será momento de “guardarse”. Si ya tiene sueño, pues tendrás que dormirlo, y quizá eso implique un lugar tranquilo; y si viajas sin ayuda (dígase nana), probablemente no puedas salir más luego de que lo duermas. Hicimos sacrificios, pero estábamos preparados. Sabíamos que debíamos ir a su ritmo.

20190923_165347.jpg

5.   No todo saldrá bien

Les comenté en el segundo paso que hubo sus percances. Y así es, no todo saldrá bien, y para nosotros no fue tan bonito como en las fotos. Unos dos días antes de la boda y durante el crucero, Dante inició un proceso de dentición. ¿Qué significó este proceso? Pues él sólo quería tomar leche y comer compota (gracias a Dios nos llevamos suficiente), le dio diarrea (cada cambio de pañal era un cambio de ropa, ya se podrán imaginar),estuvo un día con fiebrecita y otro lloró por una hora completica antes de dormirse (ese día nos fuimos a la habitación temprano, y obvio, nos dormimos también temprano. ¡Esos días fueron una locura!, pero salimos a flote. 

20190922_125014.jpg

6.   Los baby goodies serán tus grandes aliados.

Mi número uno:  el coche GB Pock-It all city. ¡Lo amamos! Creo que ha sido una de nuestras mejores compras del año, no sólo para el bebé, sino en general. No pesa, se cierra fácil y es la versión de los Pock-it más cómoda para los bebés. Cabe en la cabina del avión, así que lo cerrábamos entrando al avión y lo abríamos al salir.

Otro súper plus fue una de los primeros artículos que pusimos en la lista de baby shower: el ErgoBaby Omni 360. Gal lo usó incluso en el avión para darle paseítos a Dante cuando se ponía inquieto y… ¡funcionó! Incluso durmió una siesta ahí en el avión (no porque quisimos sino porque se durmió y nos daba pena sacarlo y que se despertara). Yo lo usé en Santorini con todo y el yeso y no se sintió incómodo.

Otros goodies esenciales: toallitas para limpiar las teteras de los biberones o los bobos. Una súper mochila con muchos compartimentos, para usarlo a modo de “family bag”; sus Pampers cruisers, los extrañamos cuando tuvimos que comprar otra marca porque no los encontramos :(, las compotas Baby Evolution y nos llevamos también su máquina de white noise, que realmente es la de todos, porque también la usamos. Es de Homedics.

En fin, nos disfrutamos mucho el viaje, y Dante también. Y a ti, ¿qué te ha funcionado cuando viajas con bebés? Déjame tu nota en los comments. Mientras, te adelanto que el volumen II de este tema viene en formato audio, en un súper girl talk con otras mamis viajeras. Stay tuned al podcast for more.